EL COLEGIO DE INGENIEROS AGRÓNOMOS DEBATE LAS CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Ayer se celebró en el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos un debate sobre las graves consecuencias del cambio climático, que se están dejando sentir con fuerza en los últimos años, aunque la respuesta de los Estados todavía sigue siendo tímida. La propia Unión Europea recuerda que el asunto afecta a todas las regiones del mundo, porque los casquetes polares “se están fundiendo y el nivel del mar sigue subiendo. En algunas regiones, los fenómenos meteorológicos extremos y las inundaciones son cada vez más frecuentes, y en otras se registran olas de calor y sequías”.
La primera ponente ha sido Inés Mínguez Tudela, subdirectora de CEIGRAM, el Centro de Estudios e Investigación de Riesgos Agrarios y Medioambientales, partidaria de mejorar las predicciones meteorológicas y “utilizar la experiencia de años anteriores”. Según su criterio, los agricultores deberían “huir de los dogmatismos sobre el clima, aplicar buenas prácticas agrícolas y mejorar la tecnología”.
El otro participante en el debate ha sido Iñigo Sanz Rubiales, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Valladolid y autor de numerosos libros y trabajos sobre el particular, que se centró en los numerosos Planes de Lucha contra el Cambio Climático, recordando que la misma debe abordarse “a nivel mundial, puesto que no es una tarea que corresponde en exclusiva a los Estados”, sino al conjunto de los ciudadanos.
Para la UE, la zona mediterránea se está convirtiendo en “una región más seca que la hace todavía más vulnerable a la sequía y a los incendios. Por otro lado, las zonas urbanas, donde viven cuatro de cada cinco europeos, están expuestas a olas de calor, inundaciones o aumentos del nivel del mar, y no suelen estar bien equipadas para adaptarse a los cambios climáticos”.
Puedes volver a ver la ponencia en nuestro apartado de Tribuna Agropecuaria – Ponencias
Ignacio Mucientes (delegado del COIACLC en Valladolid) y Manuel Betegón (Decano del COIACLC) junto a los dos ponentes, Inés Mínguez e Iñigo Sanz